Escrito por Carolina Selicki Acevedo - Miércoles, 04 de Abril de 2012 16:39
Como un ritual secreto Vidrio Colorado es una obra que se realiza en privado para unas pocas personas que se contactan por mail. La oportunidad es los jueves de abril a las 20:45 en Palermo.
Vía mail me llega la invitación a ver una versión libre de la obra de una autora búlgara. La misma no brinda demasiados detalles de la trama, más allá de aclarar que podría tratarse de una comedia romántica, pero que no resulta serlo. “Las historias importantes ocurren. Las grandes historias. Por más que hagamos todo por escapar. Así es como se reconocen las bellas historias. Porque ocurren”, es apenas una cita que sirve de eje.
El punto de encuentro me será revelado en un segundo mail con la “extraña” aclaración de que habrá un guía encargado de conducir al grupo hasta el lugar donde se realizará la obra y que no habrá más de 10 minutos de tolerancia, luego, el guía partirá sin dejar pista.
Suena doblemente emocionante. Adentrarse a una historia de la que mucho no se conoce y ni siquiera se sabe dónde se desenvolverá. Pero al conocer la trayectoria del elenco y la estética –al cuidado de cada detalle- de la invitación, bien vale el riesgo.
Afortunadamente llego a tiempo y me encuentro con un grupo de no más de 18 personas. Minutos después ya estamos en la casa, donde bastará con una de las habitaciones como escenario para recrear la misteriosa historia. Luego deja de serlo y nos adentramos en la encantadora vida de la ecléctica Fanny y su florería. En ella hay un rincón especial: un pequeño jardín de miniaturas donde día a día ella intenta plasmar un ambiente lleno de árboles, calles, fuentes y 112 preciadas rositas de vidrio colorado importado, que le brindan tranquilidad en medio de su nueva vida, en otro país. En la florería está acompañada de Víctor quien comienza a experimentar sentimientos por ella y, a la par, da rienda a una nueva pasión que decide mantener en secreto, principalmente esconderla de su hermano mayor (Felipe), quien revelará de a poco sus preocupaciones más íntimas. El está de novio con la absorbente Sonia, amiga de Fanny, quien ingenua pero insistente no para hasta cumplir su mayor sueño: viajar junto a su amor, a quien persigue hasta el hartazgo. En medio de sus rutinarias vidas surgen sentimientos cruzados, que tornan difusos los colores que antes parecían tan nítidos.
Vidrio colorado es de esas historias que se acercan al personaje anónimo que podría estar a la vuelta de la esquina, en una ciudad cualquiera, para dar vida a nuestros mayores deseos, aquellos que considerábamos perdidos. Sus reminiscencias a la sitcom y a la comedia romántica, permiten que de a poco quedemos involucrados en las micro-historias, queriendo obligar a los personajes a que se dejen de rodeos, aunque luego no haya vuelta atrás. O eso parezca.
Actúan: Francisco Benvenuti, Emiliano Pandelo, Lorena Tarelli, Sophie Tirouflet y Gabriel Urbani
Dirección: Verónica Mc Loughlin
Zona Palermo Hollywood. Valor de la entrada $25.-
Reservas a vidriocolorado@gmail.com
Como un ritual secreto Vidrio Colorado es una obra que se realiza en privado para unas pocas personas que se contactan por mail. La oportunidad es los jueves de abril a las 20:45 en Palermo.
Vía mail me llega la invitación a ver una versión libre de la obra de una autora búlgara. La misma no brinda demasiados detalles de la trama, más allá de aclarar que podría tratarse de una comedia romántica, pero que no resulta serlo. “Las historias importantes ocurren. Las grandes historias. Por más que hagamos todo por escapar. Así es como se reconocen las bellas historias. Porque ocurren”, es apenas una cita que sirve de eje.
El punto de encuentro me será revelado en un segundo mail con la “extraña” aclaración de que habrá un guía encargado de conducir al grupo hasta el lugar donde se realizará la obra y que no habrá más de 10 minutos de tolerancia, luego, el guía partirá sin dejar pista.
Suena doblemente emocionante. Adentrarse a una historia de la que mucho no se conoce y ni siquiera se sabe dónde se desenvolverá. Pero al conocer la trayectoria del elenco y la estética –al cuidado de cada detalle- de la invitación, bien vale el riesgo.
Afortunadamente llego a tiempo y me encuentro con un grupo de no más de 18 personas. Minutos después ya estamos en la casa, donde bastará con una de las habitaciones como escenario para recrear la misteriosa historia. Luego deja de serlo y nos adentramos en la encantadora vida de la ecléctica Fanny y su florería. En ella hay un rincón especial: un pequeño jardín de miniaturas donde día a día ella intenta plasmar un ambiente lleno de árboles, calles, fuentes y 112 preciadas rositas de vidrio colorado importado, que le brindan tranquilidad en medio de su nueva vida, en otro país. En la florería está acompañada de Víctor quien comienza a experimentar sentimientos por ella y, a la par, da rienda a una nueva pasión que decide mantener en secreto, principalmente esconderla de su hermano mayor (Felipe), quien revelará de a poco sus preocupaciones más íntimas. El está de novio con la absorbente Sonia, amiga de Fanny, quien ingenua pero insistente no para hasta cumplir su mayor sueño: viajar junto a su amor, a quien persigue hasta el hartazgo. En medio de sus rutinarias vidas surgen sentimientos cruzados, que tornan difusos los colores que antes parecían tan nítidos.
Vidrio colorado es de esas historias que se acercan al personaje anónimo que podría estar a la vuelta de la esquina, en una ciudad cualquiera, para dar vida a nuestros mayores deseos, aquellos que considerábamos perdidos. Sus reminiscencias a la sitcom y a la comedia romántica, permiten que de a poco quedemos involucrados en las micro-historias, queriendo obligar a los personajes a que se dejen de rodeos, aunque luego no haya vuelta atrás. O eso parezca.
Actúan: Francisco Benvenuti, Emiliano Pandelo, Lorena Tarelli, Sophie Tirouflet y Gabriel Urbani
Dirección: Verónica Mc Loughlin
Zona Palermo Hollywood. Valor de la entrada $25.-
Reservas a vidriocolorado@gmail.com
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